domingo, 16 de enero de 2011

Vida.


¿Y si te levantas un día...?

Pensando en qué coño hacer con tu vida, ¿qué rumbo llevo?
¿Merece la pena el esfuerzo que hago?
¿estudio para ser engañado ?
¿Somos marionetas de los peces gordos?
¿Qué sentido tiene mi vida?

Ayer para mí fue un día duro, porque me levanté acomplejado, sudando y pensando en qué hacer con lo que llevo de vida en este mundo.
A veces suena un ¡ring! y se te ilumina un camino, ilustrándote lo que tienes que hacer, pero creo que llevo esperando mucho tiempo destino, necesito sin más una débil señal tuya, no me castigues con esos días porque sufro, me desvanezco, digo sandeces y les podrá afectar a mi gente.
Paralelamente pienso en un chaval de mi clase (cuya entrada es una de las de abajo de esta) un chaval antisocial completamente, que le obligábamos a venir muchas veces con nosotros y decía que se aburría. Ese chaval ha pasado a decir que nos quiere, que somos importantes en su vida y que fue lo más tonto del mundo por no haberse venido antes.
Eso me dan ganas de vivir, de retar a esas preguntas, de echarle cara a los problemas.
Gracias a eso, sigo en pie, lo agradezco eternamente al destino, a dios o a quien coño sea.

En otra línea paralela de mis pensamientos de ese día, pienso en ella, en lo especial que es, que ha sido, y que quiero que sea junto a mi vera durante todo el tiempo posible. Ella me hizo sentir lo que es pisar la línea de la vida, y saltar encima de la felicidad jugando con el gozo y el disfrute. No se lo suelo decir, pero sino llega a ser por ella, pierdo la fé y el rumbo en mi vida no solo un día cada mes, sino siempre. Ella me prometió fé y fidelidad, yo siendo el incrédulo, pasado un año y tres meses cumple con su promesa, gracias por ser así, gracias por haber jugado conmigo en esas eternas clases de 3ºESO, gracias por haberlo intentado conmigo a pesar de lo mujeriego que era.
Agradezco cada eterno día de sufrimiento a dios que existas, debo mil favores amargos al destino por entrelazarnos y mataría por ti.
Lo demostré llevándote en mis hombros para que no te clavases cristales, acompañándote con un esguince hasta tu casa y volverme, retando a mis estrictos y tradicionales padres, lo he demostrado mucho, pero ahora la promesa la pongo yo.
Y prometo que si sigues conmigo te desmotraré todo lo demostrable y a mi lado no te pasará nada malo en tu bella y feliz vida, ahora tú eres la que decide, la que toma la decisión de querer comprometerte a recibir toques míos, entradas en el blog como estás, a querer besos de mi comisura...

No solo esos son los motivos por los que lucho, hay muchos más entre ellos, mi gran familia L aunque ayer hubo un accidente, todos llamaron para poder ayudar, y me encuentro seguro entre ellos, nunca tuve confianza en la amistad por malas jugadas en el pasado pero son otra gente que me dan fé y fidelidad y es lo que más valoro yo en esta vida.








Muito obrigado.

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