jueves, 18 de agosto de 2011

Paciencia.


Si, es la costumbre a la soledad.
Sabes que nadie te dará eso que tu añoras, eso que incluso pides a gritos.
Cariño, amor, estar ahí siempre... País lleno de envidia,codicia y maldad.
Consigues que te utilicen, que te mientan, que te traicionen.
No te valoran tal y como eres.
Ni siquiera se dan cuenta de lo altruista que puedes llegar a ser.
Porque el dinero o ser malote, o estar bueno está por delante.
Pues, esta entrada la dedico a Moli, que ahora abre los ojos y da cuenta sobre esto.
¿Sabes qué hago yo cuando en esto pienso?
Imagino estar en un campo feliz, en una casita de madera con mi mujer y mis dos hijos donde vengo de trabajar y todo es perfecto. Una mujer que te quiere, que te prepara la comida, unos hijos que creen que tú eres un héroe...
Me creo mi propio mundo donde no hay envidiosos, o apuñaladas traperas.
Y me encierro en los míos los cuales me apoyan SIEMPRE, porque la palabra SIEMPRE es la palabra más fuerte y valiosa que existe en este planeta.
La virtud es la paciencia Moli, para alargar el límite debes jugar con ella, saber esperar, lo bueno se hace de esperar.
Alrededor mío veo como mi gente recibe lo que necesitaba tras un largo periodo de tiempo esperando, Moli, nosotros seremos los siguientes en conseguirlo.