sábado, 29 de octubre de 2011

Y cuando...



Me paro a pensar en que me diferencio de ellos, es cuando me alegro de ser diferente.
Se dejan comer por las influencias, hacen cosas que nunca les gustaron solo por ser populares o ser ¨guays¨, en cambio yo, hago lo que realmente me apetece con la gente que comparte mis gustos y me apoya siempre sabiendo que esa gente siempre hará bien en mi y les trato genial.
Por eso no hay más que dar vueltas al asunto.
Si el mundo está lleno de gente rastrera, redondeando sobre el 94% de la población, yo me preocuparé en buscar ese 6% restante y pasando de los demás.
¿Por qué desanimarse? ¿Por qué rendirse por la larga espera?
Para mi merece la pena esa espera durante tantos años, y me motiva a esperar y esperar lo que haga falta por conocer gente estupenda que si les importas de verdad, que no existe la palabra interés en su diccionario propio.
Nunca podría ser falso con nadie, sonreirle mientras que, por la espalda, me limito a decirle todo tipo de descalificativos, simplemente porque le envidio, porque él hace lo que quiere y es feliz, simplemente lo admiraría y seguiría sus pasos como referencia.
La gente en vez de llamar a esto, modelo a seguir, lo suele llamar gilipollas, flipado... ETC
¿Sabes qué?
Yo no soy la gente.

jueves, 13 de octubre de 2011

Árido.


Hablo de estado de ánimo.
Ahora mismo estoy bien, porque a base de palos se aprende, los tuve desde casi siempre.
Y aprendí a vivir feliz casi siempre, lo intento al menos.
No sé realmente que cojones pasa por mi cabeza y menos por mi corazón, qué objetivos pretendo llegar a conseguir.
Retos que me apasionan, lucho y lucho, por algo seré guerrero desde siempre y concluyo consiguiéndolos el 99% de veces. Al cabo de un tiempo bien pequeño, realmente pequeño, pierdo la ilusión.
La ilusión,si, recuerdas cuándo no sabías que te traían los reyes, esas cosquillas en el estómago sin saber que viene. Yo lo recuerdo pero ahora no la siento, sé que me van a regalar mis padres, porque hasta lo compro yo.
Ahora me pasa igual amorosamente, después de una larga relación, lo único que consigo es hacer sufrir a personas que tal vez no tengan culpa, o tal vez si porque no me valoran tanto como yo me lo merezco, necesito algo completo tanto físicamente como moralmente, todo el mundo lo pide, yo creo que lo merezco.
Me las busco tras meses y al final algo falla, algo que ya no es un 9 ni un 8, baja a ser un cinco y después un tres. Pierdo el interés, ¿qué debo hacer? ¿romper otro corazón?
No puedo obligarme amí mismo a sentir, lo sé, pero o por descuidos tontos que sumándolos es algo grande o mismamente por carencia de cariño o simplemente sexo.
Vuelvo a ser de piedra y creo que esto marcará una trayictoria árida en mi vida, muy extensa en mis sentimientos.
Necesito una señal del destino para actuar o no.