sábado, 29 de octubre de 2011

Y cuando...



Me paro a pensar en que me diferencio de ellos, es cuando me alegro de ser diferente.
Se dejan comer por las influencias, hacen cosas que nunca les gustaron solo por ser populares o ser ¨guays¨, en cambio yo, hago lo que realmente me apetece con la gente que comparte mis gustos y me apoya siempre sabiendo que esa gente siempre hará bien en mi y les trato genial.
Por eso no hay más que dar vueltas al asunto.
Si el mundo está lleno de gente rastrera, redondeando sobre el 94% de la población, yo me preocuparé en buscar ese 6% restante y pasando de los demás.
¿Por qué desanimarse? ¿Por qué rendirse por la larga espera?
Para mi merece la pena esa espera durante tantos años, y me motiva a esperar y esperar lo que haga falta por conocer gente estupenda que si les importas de verdad, que no existe la palabra interés en su diccionario propio.
Nunca podría ser falso con nadie, sonreirle mientras que, por la espalda, me limito a decirle todo tipo de descalificativos, simplemente porque le envidio, porque él hace lo que quiere y es feliz, simplemente lo admiraría y seguiría sus pasos como referencia.
La gente en vez de llamar a esto, modelo a seguir, lo suele llamar gilipollas, flipado... ETC
¿Sabes qué?
Yo no soy la gente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario